Reflexión:
En su dolor profundo y desesperación, Job expresa con palabras fuertes sus pensamientos y emociones. Reconoce la grandeza de Dios, pero se atreve a cuestionar si Dios es justo al permitir que le pasen todas estas cosas.
Es de humanos quejarse en el sufrimiento. Nuestra fe es sacudida. A menudo encontramos a David en los salmos expresando en poesía su dolor y sus quejas por las injusticias de la vida. Lo bueno es que Jehová entiende y que en su amor perdona cuando erramos con nuestros sentimientos y palabras.
15 No tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. Hebreos 4:15,16
Ventilar los sentimientos nos ayuda en el dolor. Podemos escribir lo que sentimos, o podemos hablar con un amigo, o con un terapista. Aunque estaba orando y ejerciendo su fe en el Padre, Jesus en Getsemaní anhelaba la compañía y la comprensión de sus discípulos.
“Pero ahora deseaba que ellos pasasen la noche con él en oración. Sin embargo, no podía sufrir que aun ellos presenciasen la agonía que iba a soportar.” DTG 637
Job se habría beneficiado de poder hablar con amigos que simplemente lo escucharan y que lo animaran sin juzgarlo.
Cuando desahogamos nuestras frustraciones de manera saludable, podemos convertir algo negativo en positivo. El himno clásico “Tengo paz” (“It Is Well with My Soul”) fue escrito por Horatio Spafford en 1873 después de perder a sus hijas en un trágico accidente en el mar. En lugar de enfocarse en su perdida y sufrimiento, Spafford canalizó su agonía en un hermoso himno que ha ayudado a millones. Cuando su hija Cari fue asesinada por un conductor ebrio en 1980, Candace Lightner desahogó su dolor de una manera constructiva formando la organización nacional Mothers Against Drunk Driving (MADD).
“Durante su vida terrenal, Jesús enfrentó a la tentación con un canto. A menudo, cuando se decían palabras mordaces y ofensivas, cuando la atmósfera que lo rodeaba era sombría a causa de la melancolía, el disgusto, la desconfianza o el temor opresivo, se oía su canto de fe y santa alegría”. ED 150.1
Recibe muchas bendiciones del Altísimo en este día.
Pastor Abel Paulin
