Comentario y reflexión:
Job 29 nos da una descripción de la vida de Job antes de su desgracia. Era una vida que cualquiera puede desear. No sólo tenía abundancia, si no que se complacía en compartir sus bendiciones con los necesitados, estaba listo a escuchar a quienes necesitaran su oído, como resultado gozaba del respeto de los ancianos, príncipes y jóvenes.
Todo iba bien hasta que de pronto vino la desgracia o una serie de desgracias. Este es un punto que es difícil comentar; pero la realidad es que todos estamos sujetos a eventos que pueden traer luto a nuestra vida. Es parte de vivir en un mundo de pecado. Por eso anhelamos la redención cuando el pecado será totalmente eliminado. Mientras tanto estamos en un ambiente bajo la influencia del enemigo de Dios. En las palabras de Jesus,
10 El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; Juan 10:10
Es parte del llamado “misterio de la iniquidad” que Dios permita que el enemigo haga daño en este mundo, como en el caso de Job. Dice el apóstol Pablo,
7 Ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. 2 Tesalonicenses 2:7
Tengamos presente que la respuesta de Dios al “misterio de la iniquidad” es el “misterio de la piedad”.
16 Indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne,
justificado en el Espíritu,
visto de los ángeles,
predicado a los gentiles,
creído en el mundo,
recibido arriba en gloria. 1 Timoteo 3:16
Jesús vino y se unió a nosotros en nuestro dolor,
3 Despreciado y desechado entre los hombres,
varón de dolores, experimentado en sufrimiento;
y como que escondimos de él el rostro,
fue menospreciado y no lo estimamos.
4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades
y sufrió nuestros dolores,
¡pero nosotros lo tuvimos por azotado,
como herido y afligido por Dios! Isaias 53:3,4
En el capítulo 30 Job establece el contraste con su situación anterior. ¡Todo lo que ha perdido y todo lo que ha sufrido! Sus palabras brotan del dolor. Dios escucha con paciencia a su siervo doliente. Jehová entiende, porque su Hijo participaría injustamente en el dolor causado por el pecado.
Gloria a Dios que en el juicio final “el misterio de la iniquidad” será quitado de en medio. Mientras tanto, debemos confiar en Jehová, que Él sabe, está al tanto, acompaña a sus hijos y extiende su gracia cuando viene la prueba. “Bástate mi gracia” le dijo a Pablo, su gracia puede sostener a su pueblo en el desierto de la vida hasta el día de la liberación.
Dice también el apóstol Pablo,
18 Tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse, Romanos 8:18
“Cuanto más confíes en tu Redentor, más lo amarás. Él es tu Amigo en la vida o en la muerte. Él es la corona de tu regocijo. Él es digno de tu fe plena. Todas las penas y aflicciones que sufrimos aquí sólo constituyen nuestra disciplina para la vida superior. Dios quiere que así seamos aptos para el cielo. Espera en Dios. Apóyate en Él con total dependencia; porque sus brazos eternos te sostendrán. El que dice que ni un gorrión cae a tierra sin que el Padre celestial se dé cuenta, cuidará de los que le aman y confían en Él. Jesús conoce cada palpitación de dolor, cada agonía de angustia y aflicción, y dará a sus hijos la gracia de soportar las aflicciones que permita que vengan sobre ellos. Su corazón late en simpatía con la humanidad que sufre, y aquellos que más sufren tienen la mayor parte de Su piedad y simpatía.” Signs of the Times, February 28, 1906, Ellen G. White
Supla Jehová toda necesidad en tu vida. Que cuando falten respuesta su gracia abunde para paz y bendición.
Que tengas un día bendecido.
Pastor Abel Paulin