Comentario y reflexión:
Ocho cientos años antes de Moises, Dios le da instrucciones a Noe sobre la clasificación de animales limpios e inmundos. Claramente esta regla para la alimentación no es para los judíos, sino para la humanidad. El Creador del hombre y de los animales sabe que es mejor.
“Previendo la necesidad de un alimento de emergencia después de que el diluvio hubiera destruido toda la vegetación, Dios sabía que el hombre necesitaría comer transitoriamente la carne de animales limpios. Además se los necesitaba para los sacrificios. Por estas razones obvias, Dios dispuso que se preservaran suficientes animales limpios a fin de que no se extinguieran.” CBA
El diluvio es un borrón y cuenta nueva que hizo Dios en la humanidad a causa de la gran maldad. Aun así, proveyó el medio de salvación y un “pregonero de justicia” para que todo aquel que creyera fuera salvo.
En el diluvio vemos la naturaleza expresando la ira y los juicios de Dios. No había nada que nadie ni nada pudiera hacer ante el poder de Dios.
“El mismo Satanás, obligado a permanecer en medio de los revueltos elementos, temió por su propia existencia.” PP 77
Las naciones más poderosas y ricas no pueden detener tornados, huracanes, fuegos, terremotos e inundaciones. No hay nada que nadie pueda hacer ante los juicios de Dios. El hombre se envanece en su pecado durante el tiempo de bonanza, cuando los elementos arremeten, entonces tiende a clamar, “ay, Dios mío”.
Los fósiles de animales extinguidos como los dinosaurios, los grandes yacimientos de petróleo los cuales provienen de materia orgánica enterrada en lo profundo de la tierra y los océanos, sedimentos marinos en la tierra y de la tierra en el mar, lodo de la superficie de la tierra debajo del fondo del mar, etc., todo esto es evidencia incontrovertible del evento mundial catastrófico que relata Moises, el diluvio.
22 Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió. 23 Así fue destruido todo ser que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, los reptiles y las aves del cielo; fueron borrados de la tierra. Solamente quedó Noé y los que con él estaban en el arca. 7:22,23
Sobre Ararat dice el Comentario Bíblico Adventistas,
“Todos los expositores bíblicos están de acuerdo en que se trata de la región montañosa de Armenia, aunque no se sabe con exactitud qué parte se indica de la cordillera del Ararat. El lugar de la ubicación tradicional, el moderno monte Ararat, tiene dos cumbres: una de 5.165 m y la otra de 3.746 m. Los persas llaman Koh-i-nuha a estas dos cumbres gemelas, lo que significa “la montaña de Noé”. Este era un lugar ideal para que reposara el arca mientras bajaban las aguas, y desde el cual los sobrevivientes del diluvio podían esparcirse por todo el mundo (ver com. de cap. 7: 24).” CBA
Cuando al salir del arca de salvación Noe ofrece sacrificios a Jehová, símbolo del sacrificio supremo de su hijo, su olor enternece su corazón.
La tolerancia de Dios de la maldad de los hombres sobre la tierra tiene límite. Alcanzado el límite, sus juicios han de esperarse. En nuestro tiempo la maldad está llegando a ese límite y Dios actuará; pero en su gracia y misericordia, ha provisto un medio de salvación que envía a sus siervos a anunciar, para que todo aquel que cree en Jesus no se pierda, más tenga vida eterna.
